jueves, 4 de junio de 2009

Da un paso atrás

"Para observar debes dar un paso atrás. Pero ¿cómo puedes hacerlo? No se trata de que lo descuides todo y te sientes a meditar, sojuzgando el cuerpo y la mente hasta convertirlos en algo tan estéril como la tierra y la madera.
Si das un paso atrás comprenderás las máximas y los relatos que antes te parecían incomprensibles. Da un paso atrás y descubre por ti mismo la causa de tu ignorancia"

Del libro "La esencia del Zen", selección, traducción y epílogo de Thomas Cleary.

Me han educado en la misiva del -atrás ni para tomar impulso-, por lo que me supone un esfuerzo extra pararme al borde del camino y girarme a contemplar el trayecto andado.
Soy trabajadora social en un macro-centro social sito en la zona, para entendernos, más marginal de mi ciudad. Atiendo al público 4 días a la semana: escucho historias, situaciones difíciles, llantos, gritos, insultos, risas...una amalgama de emociones complicada de encajar en mi cuerpo.
A eso le sumo que trabajo en la administración pública, lo que se traduce en pocos medios -presupuestos agotados a mitad de año-, poco personal -que cubran una baja es casi una quimera-, volumen de trabajo que excede la saturación, y un nulo reconocimiento de tu labor que te mina poco a poco.
En mi caso, tras un año tensando y destensando un muelle imaginario infinidad de veces, el muelle se ha roto. La semana pasada, por parte de un usuario, sufrí insultos indirectos sobre mi persona y mi trabajo -mucho más dañinos que cualquier "hijo de p..."- que no fui capaz de controlar. Esta situación es habitual en el día a día, y más en estos tiempos de crisis, donde la gente llega a nosotros quemada, y muy, muy frustrada, y sus expectativas no concuerdan muchas veces con los recursos limitados de un Centro Social.
Tras ese episodio de insultos, sufrí un click dentro de mí, rompí a llorar, y aún hoy no he parado. Ayer tuve que marcharme a media mañana de mi trabajo, porque rompía a llorar cada vez que alguien se acercaba a preguntarme como estaba.
En la administración pública para la que trabajo, el cuidado al profesional es practicamente nulo: escasa oferta formativa, cero promoción interna, exigencias de arriba constantes, y el servicio médico, desde hace unos meses, no cuenta con psicólogo.
El autocuidado es fundamental, pero resulta mucho más complicado y lento cuando los factores externos no pueden cambiarse, sino que eres tú el que debes cambiar tu forma de encajarlos.
Esta mañana, el pecho me dolía y volvía a llorar en mi cama, sólo porque me he planteado si me encontraba mejor para ir a trabajar. Era evidente que no. Esta tarde voy al médico.
Ahora, creo que he comprendido, me he parado, y me he girado a contemplar el camino.
He dado un paso atrás, para, mañana, poder seguir adelante.

2 comentarios:

Armonía dijo...

Desde el 1 de diciembre del 2008 hasta el 1 de junio de 2009 hay unos 6 meses si no me equivoco, 6 largos meses resistiendo día a día, buscando y encontrando alternativas pero sin contemplar como alternativa la de parar y separarte del motivo de la crisis físicamente es decir realmente Pues bien ha llegado el momento, no solo son estos últimos meses, son unos años a tope estudiando para aprobar una oposición, un cambio de lugar de trabajo cuando apenas aun estabas acomodada, a pesar del muy buen rollo, y más oposiciones no tan fortuitas como las tuya ( las de tu chico) una búsqueda sin los resultados esperados y una petarda como capitana, y unos grumetes para todos los gustos... ( en tu lugar de trabajo).En fin un esfuerzo sobrehumano, con un desgaste sobre humano que merecía un descanso. Asina que disfrútalo y cargate de energía para volver con otro ánimo con fuerza pero probablemente no con el 100 % de seguridad que en la larga vida que te queda no tengas que volver a parar y a descansar. Lo sano de todo esto es que eres capaz de analizarlo, tomar cierta distancia y arbitrar las alternativas necesarias, aunque te las tenga que mandar el médico. Tu sabes de sobra escuchar, te dedicas a eso así que una vez más escucha a tus médicos y haz lo que te recomiendan. Un besote guapa.

Mi sombra la tuya dijo...

Mi niña como te entiendo, el año pasado fue duro para las dos, todavía tengo sueños con mi anterior trabajo y me despierto pensando ¡ufff menos mal que no tengo que volver a ir nunca más!.
Lo único que puedo decirte es que animo, que no te impliques tanto (ya se que es muy difícil), lo primero siempre eres tú. Eso me dijiste tú cuando te conté mi situación. UN BESO.